Formentera es un lugar lleno de secretos que nadie debería develar. Una de esas islas en donde hay mucho o muy poco que hacer, según cada uno decida. Sus parajes ocultos son los que cada uno se lleva consigo, y los recuerdos de la isla nunca se olvidan.
Sin develar nuestros mejores secretos, aquí algunos esenciales de la isla:
Ses Illetes, a pesar de ser tan concurrida, sigue siendo una de las mejores playas del mundo. Una auténtica piscina natural en medio del mar.
Las casetas de pescadores en Cala Saona, recuerdos de un pasado que no quiere desaparecer
El agua del mar en Migjorn, a la altura del chiringuito 10.7
(y unas cervezas heladas con un toque de limón)
Cala en Baster, tranquila y para huir de las masas, con amaneceres irrepetibles
Faro de Cap de Barbaria, un clásico para ver el atardecer
Caló des Morts, una calá pequeña y mágica, para llegar muy temprano
Como dicen por la isla "no hay verano sin beso": pasar por beso beach para alguna de sus "drinks" del atardecer
Y finalmente, merece la pena pasear por las calles de Sant Francesc, por lo menos una vez, eso si, rigurosamente luego del horario de la siesta.
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